jueves, 11 de mayo de 2017

Reseña: El Rithmatista

Titulo: El Rithmatista
Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Nova
Precio: 19 € (10 € bolsillo)
Páginas: 448

SINOPSIS

Más que nada en la vida, Joel quiere ser uno de los Rithmatista. Elegidos en una misteriosa ceremonia, tienen el poder de infundir vida a figuras bidimensionales y, son la única defensa de la humanidad contra unas despiadadas criaturas que amenazan todas las islas unidas dejando un reguero de cadáveres a su paso. Pero cuando varios estudiantes para Rithmatista empiezan a desaparecer, Joel es designado como ayudante del profesor que investiga dichos casos. De pronto, el chico se encuentra tras la pista de un descubrimiento inesperado, que cambiará su mundo para siempre.

RESEÑA

<<Voy a morir>>, pensó.
Metió la mano en la bolsita sujeta a su falda con un cordón y sacó de ella un trocito de tiza, blanca como un hueso.

Considero que en cada libro, hay algo que te engancha. Puede ser una palabra, una frase, un párrafo o todo un capítulo. Quizá sea un personaje especialmente querido, u odiado, o un detalle que te genera intriga o interés, incluso rechazo. De cualquier modo, siempre hay algo que logra atraparte, que te hace continuar, querer leer más.

En El Rithmatista, Sanderson lo logra en el mismo prologo. Una adolescente, Lily, se encuentra en una situación de máximo peligro, como ella misma dice, peligra su vida. Y su elección para defenderse es emplear una tiza. Sí, una tiza. Lo que todos hemos usado para escribir en las pizarras verdes del colegio.

Ahí me atrapó. Cuando cualquiera hubiese elegido un cuchillo o una pistola, o una varita o un pergamino en una novela de fantasía, Lily se decanta por un objeto, a priori, tan inútil como una tiza.

El por qué se resuelve practicamente al instante, sirviendo como una introducción soberbia, que nos absorbe desde las primeras páginas. El Rithmatista se desarrolla en una versión alternativa de nuestro mundo, a mediados del siglo pasado, en unos Estados Unidos convertidos en Islas Unidas y donde hay personas, que nacen con la habilidad de dotar de vida a las creaciones que dibujan con tiza, a los que se conoce como rithmatistas.

Puede parecer raro, ridículo incluso, soy consciente de ello, pero a medida que lees, te vas sumergiendo en el imaginario planteado por Sanderson, y todo encaja en su sitio. Ayudan, sin duda alguna, las muchas referencias visuales que anteceden cada capítulo, explicaciones sencillas y al mismo tiempo detalladas sobre la rithmatica. Como es propio de Sanderson, no se limita a crear una "magia" y dar anotaciones vagas e inconexas, le da sentido, bases y fundamentos, hasta que resulta creíble. Donde otros lo intentan, él lo hace con solvencia.

Casi al inicio, el libro nos cuenta que hay academias, similares a la universidades americanas, donde los rithmatistas aprenden a usar sus habilidades. Esto puede resultar algo que ya hemos visto anteriormente, pero Sandersson le da una necesaria y agradecida vuelta de tuerca, ya que los estudiantes rithmaticos comparten vida y clases con sus contrapartidas sin poderes, por así decirlo. Además, estos estudiantes se preparan para combatir, para ser defensores, más relacionados con la gente normal que los magos u oficiales de otras sagas literarias.

La historia tiene lugar en la Academia Armedius, siendo el adolescente Joel un estudiante obsesionado con los rithmatistas, quizá motivado precisamente por no ser uno de ellos. Hijo de un fallecido fabricante de tizas, un puesto que en un mundo así adquiere importancia, Joel se cuela en las clases de rithmatica, intenta aprender todo lo que puede, aunque no tenga el derecho de asistir a esas clases.

Todo cambia el día que llega el Profesor Nalizar, un combatiente que trastoca la Academia Armedius, que reta a profesores rithmaticos a duelos, intentando demostrar que sus métodos de enseñanza son anticuados, que son necesarias medidas mucho más agresivas. 

Expulsado de las clases donde se podía colar, Joel se encontrará ayudando al Profesor Fitch, otro de los repudiados por Nalizar, y un veterano rithmatista. El libro cambia ligeramente de tercio, adquiriendo tintes más propios de una novela policial, mientras Joel, Fitch y la estudiante rithmatica Melody investigan las extrañas desapariciones de varias personas, incluidos varios rithmatistas.

La novela se va deslizando por las Islas Unidas, revelando detalles del mundo tan parecido y tan distinto al nuestro, mientras las piezas del misterio van encajando, hasta que al final uno se queda con ganas de saber más, de conocer  más sobre los rithmatistas, y agradecidos por la rapidez de escritura y la capacidad de imaginación de Sanderson 

Lo mejor: La Rithmatica, una idea tan sencilla como soberbia, una tiza convertida en un "arma" de combate, maravilloso. Nalizar, un buen personaje, quizá el más interesante de todos, sobre todo al no saber si es un héroe o un villano hasta el final. 

Lo peor: La trama, ciertamente algo simple, aunque no tanto como puede parecer en un primer momento. El tono, juvenil, suave, muy blanco, sin ese toque oscuro o "adulto" que es tan habitual en la fantasía de hoy día.

VALORACIÓN FINAL: 7/10

Brandon Sanderson tiene un don, la imaginación portentosa que le permite crear mundos ricos, variados y muy distintos entre si. En El Rithmatista hace algo con lo que todos hemos fantaseado alguna vez, que los dibujos o garabatos que plasmamos en una hoja de papel, o en una pizarra, cobren vida y combatan ante nuestros ojos. Un sueño, un deseo infantil, al que Sanderson dota de forma, lo convierte en algo real, posible, coherente.

El libro carece de una trama compleja, de vueltas y frases ocultas con dobles intenciones, pero tampoco las necesita, no precisa de ellas para ser una novela que se lee, se entiende y se disfruta desde las primeras paginas. El tono y el ambiente es marcadamente juvenil, quizá demasiado para según que lectores, pero eso no debe servir para desmerecer la novela.

Brandon Sanderson demuestra en este libro por qué es uno de los escritores más importantes dentro del género fantastico. Con un simple trozo de tiza consigue el mismo efecto que otros con espadas y varas de magia, hay que ser todo un referente, un escritor muy capaz, que es capaz de llevar la fantasía a un punto novedoso, inesperado y sorprendente y eso es algo al alcance de muy pocos.

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