viernes, 20 de octubre de 2017

Reseña: Estados Unidos de Japón

Titulo: Estados Unidos de Japón
Autor: Peter Tieryas
Editorial: Nova
Traducción: José Heisenberg
Precio: 19 €
Páginas: 408

SINOPSIS

Hace unas décadas, Japón ganó la Segunda Guerra Mundial. Los estadounidenses adoran a su infalible emperador y nadie cree que la conducta de Japón en la contienda no fuera ejemplar. Nadie excepto los George Washingtons, una facción proestadounidense que intenta recuperar la gloria de los viejos Estados Unidos. Su última táctica subversiva es distribuir un videojuego ilegal que pide a los jugadores que imaginen cómo sería el mundo si Estados Unidos hubiera ganado la guerra.

RESEÑA

Es innegable que el impacto de la II Guerra Mundial en la historia fue tal, que, dentro solo de los términos de ocio, ha terminado por convertirse en un subgénero más dentro del bélico, sobreexplotada hasta la saciedad en libros, series, películas, juegos o videojuegos... Y eso sin contar los que se centran en explorar otras posibilidades, lo que habría pasado si la guerra hubiese terminado de terminado.

Peter Tieryas plantea uno de esos What if...?, uno de esos universos alternativos, con una visión distinta del pasado, y en este caso también del futuro. Un mundo distópico, que bebe del manga, de Philip K. Dick, y que se convierte en una historia original, divertida, y adictiva.

El Imperio de Japón gana la guerra, en su alianza con lo alemanes y los nazis, el país asiático conquista los Estados Unidos, quedando estos sometidos al Emperador y sus designios. La población japonesa y asiática que era retenida en los campos ce concentración es liberada, mientras que los estadounidenses quedan reducidos a meros ciudadanos de segunda.

La historia avanza cuarenta años en el futuro, en unos Estados Unidos de Japón que han avanzando tecnológicamente de formas inimaginable, y donde los mechas, robots gigantescos tan propios del manga o del anime, son una imagen habitual en las calles. Una sociedad reprimida, vigilada atentamente por la Tokko, la policía secreta japonesa, o el kenpeitai, la policía militar, en busca de cualquier posible indicio de sedición.

Beniko Ishimura es un teniente del ejército, encargado del departamento de censura en los videojuegos. Su vida, que aparentemente parece anodina, sin excesos, y también carente de grandes aspiraciones o preocupaciones, oculta varios secretos de un pasado más que turbulento. Todo cambia tras recibir la llamada de un antiguo oficial, el general Mutsuraga, comunicándole la muerte de su hija, una antigua amiga de Ben.

Mutsuraga es buscado por posible delito de traición, de estar aliado con los George Washingtons, un grupo que intenta liberarse del gobierno de Japón, y que es responsables de la creación del United States of America, un videojuego en el que son los americanos los que ganan la guerra. La agente de la Tokko, Akiko Tsukino, busca respuestas presionando a Ben de forma implacable, y juntos irán tras Mutsuraga y los rebeldes Washingtons, en un viaje por lo más sórdido de los Estados Unidos de Japón.

Un recorrido por la cara más cruel, despiadada y vengativa, revelando un país sometido, donde la traición y la manipulación está a la orden del día, y en el que los sucesos acaecidos en San Diego años atrás empiezan a adquirir una enorme importancia a medida que se van acercando a la verdad.

VALORACIÓN FINAL: 8/10

Encaraba este libro con muchas dudas, sobre todo porque me recordaba en exceso a un clásico como El hombre en el Castillo, pero también porque los mechas, nunca me han terminado de enganchar, salvo puntualmente. Quizá por ese motivo me ha sorprendido mucho más lo que ha llegado a atraparme los Estados Unidos de Japón.

Es evidente que bebe mucho del libro de Philip K. Dick, pero logra hacerse con su propio ritmo, con su propia historia original, empezando por esa apuesta clara por la ficción más japonesa, de robots gigantes, sintéticos y mejoras cibernéticas que bien podían aparecer en películas como Akira o Ghost in the Shell. Tieryas no intenta hacer una revisión histórica, apuesta claramente por una ficción desbocada e imaginativa.

El libro no deja de tener cierto sabor oscuro, duro en ocasiones, mostrando sin tapujos el día a día en una dictadura de esa envergadura, con la traición y la represión como armas de gobierno. Aún así, no se hace un libro pesado, ni tampoco excesivamente enrevesado. Su mayor acierto son los dos personajes principales, cuya impresión inicial se va diluyendo a medida que avanzan las páginas, y dejan entrever que hay mucho más detrás de ellos.

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