Titulo: La Quinta Estación. Trilogía de la Tierra Fragmentada I
Autor: N. K. Jemisin
Editorial: Nova
Traducción: David Tejera Expósito
Precio: 20 €
Páginas: 448
SINOPSIS
Ha dado comienzo una estación de desenlaces. Empieza con una gran grieta roja que recorre las entrañas del único continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz del sol.Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida. Empieza con una traición, con heridas latentes que comienzan a supurar. El lugar es la Quietud, un continente acostumbrado a la catástrofe en el que la energía de la tierra se utiliza como arma. Y en el que no hay lugar para la misericordia.
RESEÑA
Tras comentaros
ayer que la continuación saldrá publicada el próximo enero, creo que va siendo hora de reseñar finalmente
La Quinta Estación de Jemisin. Lo primero que debo decir, es que no recuerdo muchas novelas que hayan levantado tal cantidad de buenas criticas desde su publicación. Llevaba tiempo queriendo echar mano a
La Quinta Estación, para comprobar por mí mismo si esos elogios eran merecidos.
Y lo son. Vaya si lo son.
La historia se desarrolla en la Quietud, un continente gigantesco que se ve sacudido cada cierto tiempo por terremotos, y cuando uno de ellos llega a afectar al medio ambiente a gran escala, se produce lo que se conoce como una quinta estación. Las comunidades o comus, son destruidas, y el mundo se sume en un estado de casi barbarie.
Los orogenes existen para controlar los terremotos. Hombres y mujeres que poseen la habilidad de sesapinar, que les permite controlar los movimientos sísmicos, desde apaciguarlos a provocarlos. Esa capacidad de control los convierte en personas valiosas, pero también temidas, e incluso perseguidas y maltratadas, por sus vecinos y por su propia familia.
El protagonismo del libro recaerá en tres orogenes, tres mujeres que viven en tres ambientes muy distintos, que a medida que avance la historia se descubrirá que están más relacionados de lo que podría parecer de entrada.
Essun es la primera de ellas, casada y con dos hijos que también han heredado la orogenia. Su porción de la historia es posiblemente la más trágica, su propio esposo, Jija, asesina a Uche, el hijo de ambos, antes de marcharse de su comu con su hija Nassum. La posibilidad de encontrarla, empuja a Essun a ir en su busca, en un mundo devastado, donde la supervivencia forma parte del día a día.
La historia de Sienita es, a mi gusto, la más interesante de todas. En ella se presenta El Fulcro, una especie de escuela militar donde los orogenes son adiestrados en el uso de sus poderes, y destinados a distintas misiones según su grado de habilidad, marcada por los anillos que llevan en las manos. A Sienita le ordenarán viajar con Alabastro, un decanillado y posiblemente el orogén más poderoso del mundo.
Un mundo que resulta muy duro para los orogenes, y en el que Alabastro mostrará la peor cara del Fulcro para con ellos mismo, cruel, implacable y sin una pizca de compasión.
La última en llegar será Damaya. Considerada, y tratada, como si fuese un animal, por su propia familia hasta que un Guardián, protectores de los orogenes y los únicos inmunes a sus habilidades, la encuentra decidiendo que debe ser adiestrada en el Flucro. Algo que no será fácil, ni cómodo, con una exigente disciplina y la siempre existente amenaza de violencia si fracasa.
Las tres recorreran un camino largo y duro, en un mundo que es aún más duro, implacable, odiadas y temidas a partes iguales, donde nada dura para siempre.
VALORACIÓN FINAL: 10/10
Im-pres-cin-di-ble.
Así, con todas las letras. Esa es la palabra que mejor define
La Quinta Estación, un libro que está llamado a convertirse en un referente dentro del género de la fantasía. Si no lo es ya.
Ganar dos años seguidos el premio Hugo, con las dos primeras novelas de una trilogía, es una carta de presentación difícil de pasar por alto. También es un detalle que levanta expectativas, que pone el listón muy alto antes incluso de empezar a leer.
Solo puedo decir que las cumple. No, no solo que las cumple, llegar a superarlas ampliamente, dejando una novela que mira de tú a tú a cualquier otro referente actual dentro del género
. Jemisin nos ofrece una fantasía distinta, entrelazada con la ciencia ficción, alejada de los convencionalismos, de la espada, la magia y los dragones.
La autora americana, apuesta por ofrecer una historia cruda, más centrada en la supervivencia, que en las intrigas de salón, o las grandes batallas multitudinarias. Mucha critica social se desprende de las páginas de la novela, que trata sin tapujos temas como el racismo o el odio indiscriminado al que es diferente.
No diré que hay que darle una oportunidad, tampoco que es perfecto. Pero sí que
La Quinta Estación es un libro que debe ser leído, que es imprescindible, una lectura casi obligada, y una historia que se disfruta hasta el punto final.
